Historia.
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Se llama hippie, o jipi a un movimiento contracultural,
libertario y pacifista, nacido en los años 1960 en Estados Unidos, así como
también a los seguidores de dicho movimiento. La palabra hippie deriva del
inglés hipster que solía usarse para describir a la subcultura previa de los
beatniks (término relacionado pero no idéntico al de Generación Beat), que tuvo
como base importante la ciudad estadounidense de San Francisco (California) y
su distrito Haight-Ashbury. Esta nueva subcultura heredó algunos valores
contraculturales de la Generación Beat y en menor grado del naturismo alemán.
En algunos medios de comunicación se utilizaba el término beatnik para
referirse de modo despectivo a la Generación Beat.
Los hippies escuchaban rock psicodélico, groove y folk
contestatario, abrazaban la revolución sexual y creían en el amor libre.
Algunos participaron en activismo radical y en el uso de marihuana y
alucinógenos como el LSD y otras drogas con la intención de alcanzar estados
alterados de conciencia; en realidad una forma de rebelarse por la homogeneidad
de conceptos que ofrece el sistema. También buscaron formas de experiencia poco
usuales en esos tiempos, como la meditación. Debido a su rechazo al consumismo
solían optar por la simplicidad voluntaria, ya sea por motivaciones
espirituales-religiosas, artísticas, políticas, y/o ecologistas.
Otras características asociadas al movimiento.
Ejemplo de una camiseta al estilo psicodélico tie-dye.
Ropas de colores brillantes (de estética psicodélica) o, en
su defecto desteñidas: camisas floreadas o muy coloridas, largas faldas,
pantalones de campana (botamanga ancha),etc. Se inspiraron también en estilos
de vestir no occidentales, como las ropas nativas americanas (cherokee), colombia
con las características Mochila Arhuaca las cuales aún son bastante populares,
prendas de la India o africanas, y adoptaron símbolos como la flor o motivos de
los indios americanos. Muchos de los hippies se confeccionaban su propia ropa,
en protesta ante la «cultura consumista» (como lo hicieron, por ejemplo, en los
60 los colectivos The Firesigns de California y The Fool en Inglaterra).
Les agradaba tocar y componer música en las casas de amigos
o en fiestas al aire libre como en el Human Be-In en la ciudad de San Francisco
(California), celebrado el 14 de enero de 1967, evento que dio a conocer bien
al movimiento. Asistían a festivales como el Monterey Pop Festival en junio de
1967 y el Festival de Woodstock en agosto de 1969. Actualmente, existe el llamado
Burning Man Festival.
La mochila colombiana es usada por los hippies.
los hippies demuestran su gusto por la musica.
Amor libre, ejemplificado en su rechazo a la institución del
matrimonio como obligatorio y el desarrollo de una conducta sexual libre de las
regulaciones provenientes de la Iglesia cristiana o el Estado, vistas como
intromisiones en la vida personal y obstáculo en la libertad individual.
Generalmente, son tolerantes con la homosexualidad y la bisexualidad. También
son conocidos por apreciar el placer y por asociar el sexo a valores
beneficiosos para las personas.
En la mayoría de ellos el uso de drogas como marihuana,
hachís, y alucinógenos como el LSD y la psilocibina (extraída de hongos
psilocibios), son algo habitual ya sea para diversión o para lograr una
«expansión de la mente y la conciencia» mediante la «experiencia psicodélica»;
algo predicado por Aldous Huxley, Allen Ginsberg y principalmente Timothy Leary
a principios de los 60. Posteriormente esto se asoció con perspectivas cercanas
al chamanismo y a espiritualidad alternativa. Los hippies también a veces
suelen consumir drogas duras como alcohol, cocaína, etc.; aunque usualmente se
prefiere las drogas psicodélicas e inclusive a veces se critica la tendencia
del alcohol a provocar la violencia así como las consecuencias adictivas de
drogas como la cocaína y la heroína.23
Gusto por escuchar, interpretar y componer rock psicodélico,
rock progresivo, música folclórica local, folk-rock, acid folk y más
recientemente Música New Age, psytrance o psybient. De todas formas es de las
tribus urbanas que suelen escuchar más géneros de música que en algunos casos
comparten valores y estéticas similares al hippismo o la psicodelia como la
música New Age o el reggae o inclusive otros con visiones y perspectivas más
lejanos aunque las tendencias principales de gustos musicales.
los hippies demuestran interés por el arte.
tal cual como vemos en este vídeo.
Ideologías.
En Colombia los hippies aún continúan habitando Podrían considerarse algunos valores y
consignas del movimiento en general, aunque existen hippies que enfatizan más
sobre un estilo de vida bohemio; otros grupos con una tendencia marcada por la
espiritualidad alternativa (new age, chamanismo); y finalmente otras
comunidades que están envueltas en activismo radical, ecologismo, o varias de
estas cosas al mismo tiempo.
tiende a ideas y modo de vida con tendencia claramente
inclinada a una perspectiva de socialismo libertario4 y ecologismo. De todas
formas gran parte de los hippies fueron relativamente apolíticos o si no
políticamente sincréticos. Estas perspectivas, debido al rechazo del consumismo
y de la mercantilización de la sociedad capitalista contemporánea ponían de
manifiesto su visión usualmente ecologista, y fundamentaban la importancia
hacia el respeto a la libre expresión de la subjetividad y la creatividad,
claras tendencias hacia experiencias autogestionadas, dejando bien claro el
rechazo hacia el burocratismo y la propuesta más desarrollada, que era la
creación de comunidades intencionales y otros modos de relaciones humanas o lo
que se llegó a denominar una sociedad alternativa.
los hippies desde el punto de vista critico.
Sobre la miseria de la vida hippie
Los valores que antiguamente aseguraban la organización de la apariencia han perdido su poder; la moral, la familia, el patriotismo y demás caen como un lastre. Los viejos valores y mistificaciones ya no pueden compensar el sacrificio de experiencia auténtica que exigen. Comerciantes, profesores, trabajadores humildes, playboys, amas de casa... ¿quién puede tomarlos ya en serio? Los héroes y los ídolos dominantes caen en el ridículo. Toda falsificación se encuentra en crisis.
Esta desintegración de valores abre un vacío positivo en el que resulta
posible la experimentación libre. Pero si ésta no se opone conscientemente a
todos los mecanismos del poder, llenan el vacío nuevas ilusiones en el momento
crítico en que todos los valores son absorbidos en el vortex. El poder aborrece
el vacío.
La insatisfacción hippie, su disociación de los viejos estereotipos, ha
desembocado en la fabricación y adopción de otros nuevos. El estilo de vida
hippie crea y consume nuevos roles — gurú, artesano, rock star —, nuevos valores
abstractos — amor universal, espontaneidad, franqueza — y nuevas
mistificaciones de consolación — pacifismo, budismo, astrología... — residuos
culturales del pasado restituidos en los escaparates para el consumo. Las
innovaciones fragmentarias de los hippies, que ellos vivieron como si fuesen
totales, sólo han revitalizado el espectáculo. En lugar de luchar por una vida
auténtica, el hippie asume una representación abstracta, una imagen de esa
vida, y presenta su cambio de apariencia como un cambio real. La gravedad moral
que atribuye a su estilo de vida da la medida de su dependencia de la nueva
imagen. Como la proliferación de estilos de vida se desarrolla en paralelo a la
decadencia de los valores, la medida del valor se descompone en el sentido de escoger
toda una seudo-vida entre los estilos del mercado.
Discos, posters, pantalones de campana: unas cuantas mercancías te hacen
hip. Cuando se acusa al “capitalismo hip” de “saquear nuestra cultura” se
olvida que los antiguos héroes culturales (Timothy Leary, Allen Ginsberg, Alan
Watts...) promovieron el nuevo estilo de vida desde el emporio del consumo
cultural. Combinando su propio fetichismo cultural con la falsa promesa de vida
auténtica, estos hombres anuncio del nuevo estilo, engendraron un vínculo casi
mesiánico con la causa. “Enrollaron” simultáneamente a la juventud con una
nueva familia de valores y con la familia de bienes correspondiente.
“Enrollarse” significaba al mismo tiempo consumir drogas y comprar
acríticamente toda una Weltanschauung. La diferencia entre el hippie “real” y
el hippie “de pacotilla” reside en que las ilusiones del primero son más
profundas, asume las mistificaciones en estado puro y de forma orgánica,
mientras que el segundo las compra empaquetadas: la astrología en un póster, la
libertad natural en sus pantalones de campana, el taoísmo de los Beatles...
Mientras que el hippie real puede haber leído y contribuído al desarrollo de la
ideología hip, el hippie de pacotilla compra mercancías que la incorporan.
Identificadas con objetos en la realidad jerárquica del espectáculo, las
cualidades humanas (espontaneidad, autorrealización, comunidad...) se
convierten en ideales para consumir, precisamente porque son lo que le falta a
la realidad y porque la ilusión de autenticidad se hace necesaria para la vida
inauténtica. Así como el horizonte religioso fue la organización superviviente
que los milenaristas no supieron superar a la hora de crear su estilo de vida,
el estilo de vida hip reproduce el consumismo al que cree oponerse.
La llamada revolución de la industria del disco de los años 50 a los 60
fue precisamente el triunfo de esta industria sobre el segmento descontento de
la población a través de celebridades y símbolos autóctonos, una especie de
“liberación nacional” de la juventud que la dejaba, como a los países del
tercer mundo, en manos de dueños indígenas y de ilusiones de libertad. Los
festivales de rock no fueron sino celebraciones del triunfo del asalto
neoimperialista sobre el consumo cultural de la juventud, que trataban
desesperadamente de parecer el triunfo de la “revuelta juvenil”. La música rock
— principal punto de referencia de la “nación” de la juventud — expresa en sus
canciones las ideologías de la revuelta juvenil. Trascendiendo vínculos
nacionales y de clase, obliga a una brigada global de jóvenes consumidores
militantes a un sacrificio ferviente a sus mercancías estrella. En los
festivales de rock, la pasión sexual se convierte en éxtasis contemplativo. Los
hijos del espectáculo puro se contonean con orgiástico anhelo ante la presencia
totalitaria de la estrella del rock. Es el magnetismo de la mercancía el que
asegura fundamentalmente la cohesión de esta comunidad reificada. Quienes hacen
de Woodstock y Altamont una falsa dicotomía ocultan su identidad intrínseca. En
todo pseudo-festival, una banda sigue a otra y la audiencia sufre de buena gana
incomodidades durante días para realizar sus sueños consumistas más salvajes.
Pero la cohesión de esta audiencia puede desintegrarse en cualquier momento, y
revelar en su desintegración la separación espectacular que la constituye.
La gente respondió a la contracultura porque su contenido era en gran
medida una crítica parcial del viejo mundo y de sus valores (como los primeros
Ginsberg y Dylan). En el capitalismo tardío, todo arte y toda poesía que no sea
sólo un deshecho intelectual en el mercado cultural o en la sopa del llamado
gusto popular debe criticar, aunque sea de forma incoherente o nihilista, la
no-vida espectacular. Pero en cuanto elemento de la cultura, esta crítica sólo
sirve para preservar su objeto. Como la contracultura no puede negar la
cultura, sólo la sustituye por una cultura opuesta, por un nuevo contenido para
la imperturbada forma-mercancía. La innovación cultural fundamenta el falso
optimismo del hippie: “Mira, las cosas están cambiando” — Sí, pero sólo las
cosas. Lo que parece haber sido rechazado y destruido es recreado en la
reconstitución pieza por pieza del mundo de la cultura. Las canciones, como las
demás formas artísticas, pueden convertirse en armas revolucionarias, pero sólo
si van más allá de lo artístico para formar parte de una praxis de agitación
que apunte explícitamente a la destrucción de la mercancía y de la cultura como
esfera separada.
Conclusiones.
Los hippies en Colombia especialmente son hombres muy
artísticos y muy dedicados al viajar
Y vender artesanías en lugares muy turísticos a pesar de que
ya se ha perdido mucho la esencia de estos y sus ideologías por ejemplo en el
Huila por ser un destino tan ampliamente turístico aquí los hippies frecuentan
mucho por conocer toda la diversidad cultural del Huila.
Bibliografias.
http://es.wikipedia.org/wiki/Hippie
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